Quotes Exam 1

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Trescientas rosas morenas lleva tu pechera blanca.

Romance sonámbulo Federico García Lorca El compadre dice que el mocito está sangrando.

Si yo pudiera, mocito, este trato se cerraba. Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa.

Romance sonámbulo Federico García Lorca El compadre quiere ayudar al mocito, pero no puede.

Ejército de hormigas en hilera. va trepando por él, y en sus entrañas. urden sus telas grises las arañas.

A un olmo seco. Antonio Machado. es sobre la caída de España. España solía poseer la mayor parte de Europa y luego lo perdieron todo. ¿Cómo puede regresar España? En medio de los peores momentos, él espera.

Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.

A un olmo seco. Antonio Machado. es sobre la caída de España. España solía poseer la mayor parte de Europa y luego lo perdieron todo. ¿Cómo puede regresar España? En medio de los peores momentos, él espera.

Themes of La Cana

Albedrio-free will. ¿El narrador toma decisiones o se decide su destino? Naturalismo dice que no tenemos control sobre nosotras vidas

Vencedores seremos, porque somos titanes sonriendo a las balas y gritando: ¡Adelante! La salud de los trigos sólo aquí huele y arde.

Campesino de España Miguel Hernández Este párrafo da esperanza. Él dice que ellos ganarán. Es animar a la gente a pelear.

Campesino, despierta, español, que no es tarde.

Campesino de España Miguel Hernández La lucha no ha terminado. Los republicanos no están ganando en este punto, pero pueden

De la muerte y la muerte sois: de nadie y de nadie. De la vida nosotros, del sabor de los árboles.

Campesino de España Miguel Hernández Los nacionales dicen "viva la muerte" y él dice que son muerte, pero nosotros somos vida, los republicanos somos vida.

Calabozos y hierros, calabozos y cárceles, desventuras, presidios, atropellos y hambres, eso estás defendiendo, no otra cosa más grande. Perdición de tus hijos, maldición de tus padres, que doblegas tus huesos al verdugo sangrante,

Campesino de España Miguel Hernández Muchas mujeres luchan por los republicanos. Él dice que esto es para sus hijos. Este es un argumento emocional.

La Cana Characters

Doña Elodia Leocadia Laureano Cabrera El narrador

Ángel y musa vienen de fuera; el ángel da luces y la musa da formas (Hesíodo aprendió de ellas). Pan de oro o pliegue de túnicas, el poeta recibe normas en su bosquecillo de laureles. En cambio, al duende hay que despertarlo en las últimas habitaciones de la sangre

Juego y teoría del duende. Federico García Lorca. El ángel deslumbra las cosas. La musa da formas y dicta. El duende está dentro de nosotros, viene de la tierra. Tenemos una parte consciente que es racional, ligera y asociada con el padre. También tenemos una parte inconsciente que es la sombra, la luna, asociada a la madre, caótica. Esta parte puede ser peligrosa. Pero, como el ying y el yang, necesitamos encontrar una parte para caminar entre los dos. Lorca favorece a la sombra.

Y en el mismo segundo en que recordaba esta circunstancia, mis ojos distinguieron, colgando de un botón del derrotado chaqué de Laureano, un hilo que resplandecía. Era una larga cana brillante. Me creerán o no. Mi impresión fue violenta, honda dificilmente sabría definirla, porque creo que hay sobradas cosas fuera de todo análisis racional. Fascinado por el fulgor del hilo argentado sobre el paño sucio y viejo, no hice un movimiento, no solté palabra: callé.;

La Cana. Emilia Pardo Bazán. el narrador siente que algo no está bien, pero no hace nada para arreglarlo. Antes de esto se sintió culpable por estar con Leocadia, pero no dice nada.

Mientras no pueda explicar el empleo de ese tiempo, de seis a nueve. Las sienes se me helaron. Debía de estar blanco, con orejas moradas. Me tropezaba con un juez de los de coartada y tente tieso... Coartada? Seria una acción sucia, vil, nombrar a Leocadia -toda mujer tiene su honor correspondiente-, y además, inútil, porque la conozco.

La Cana. Emilia Pardo Bazán. El narrador no quiere ir a la cárcel pero tiene un conflicto moral porque no quiere traicionar a Leocadia

Todavía estaba alli la cana cuando hicieron comparecer al criminal.. El "gato» de la tía Elodia se halló oculto entre su jergón, con la llave de la alcoba... Sin embargo, no falta, aun hoy, quien diga que el asunto fue turbio, que yo entregué tal vez a mi cómplice... Honra, no me queda. Hay una sombra indisipable en mi vida. Me he encerrado en la aldea, y al acercarse la Navidad, en semanas enteras, no me levanto de la cama, por no ver gente.

La Cana. Emilia Pardo Bazán. Laureano es atrapado. El autor todavía se siente culpable por la muerte de su tía.

El cinismo pedigüeño, comedia del sable-, a una repentina, intima resolución, que endureció siniestramente sus facciones. Dijérase que acababa de ocurrirsele algo extraño. «Este me atraca», pensé y, en alto, le propuse que cenásemos, no en el tugurio equívoco, semiburdel que él indicaba, sino en el parador. Un recelo, viscoso y repulsivo, como un reptil, trepaba por mi espiritu conturbándolo. No quería estar solo con tal sujeto, aunque me pareciese feo desconvidarle.

La Cana. Emilia Pardo Bazán. el narrador siente que algo no está bien, pero no hace nada para arreglarlo

esa paz se da en la guerra y la guerra se da en la paz. Y esto es la agonía.

La agonía del cristianismo. Miguel de Unamuno. La duda es parte de la fe. Luchamos para tratar de entender, si no estás luchando en agonía, entonces no estás viviendo. No estás pensando lo suficiente si no tienes dudas

La resurrección de la carne, la esperanza judaica, farisaica, psíquica — casi carnal — entró en conflicto con la inmortalidad del alma, la esperanza helénica, platónica, neumática o espiritual. Y esta es la tragedia, la agonía de San Pablo. Y la del cristianismo. Porque la resurrección de la carne es algo fisiológico, algo completamente individual. Un solitario, un monje, un ermitaño puede resucitar carnalmente y vivir, si eso es vivir, sólo con Dios. La inmortalidad del alma es algo espiritual, algo social. El que se hace un alma, el que deja una obra, vive en ella y con ella en los demás hombres, en la humanidad, tanto cuanto ésta viva. Es vivir en la historia.

La agonía del cristianismo. Miguel de Unamuno. La resurrección es algo social. Si tienes hijos, has hecho un alma. Si escribes algo que persiste, estás ganando inmortalidad. Unamuno está obsesionada con la inmortalidad, no puedes saber cosas si estás solo

Y aquí estriba la tragedia. Porque la verdad es algo colectivo, social, hasta civil verdadero es aquello en que convenimos y con que nos entendemos. Y el cristianismo es algo individual e incomunicable. Y he aquí por qué agoniza en cada uno de nosotros.;

La agonía del cristianismo. Miguel de Unamuno. Todos tienen una perspectiva diferente y, por lo tanto, la verdad es algo en lo que debemos estar de acuerdo. Comprobamos nuestra verdad individual con la verdad de los demás. Cristiandad es una creencia colectiva en Cristo. Cristianismo es una creencia interna en Dios, algo que elegimos.

si el camino y la vida son la misma cosa que la verdad, si no habrá contradicción entre la verdad y la vida, y si la verdad no es que mata y la vida nos mantiene en el engaño.

La agonía del cristianismo. Miguel de Unamuno. la vida y la verdad son un camino que caminamos.

¡Descolgarla! ¡Mi hija ha muerto virgen! Llevadla a su cuarto y vestirla como si fuera doncella. ¡Nadie dirá nada! ¡Ella ha muerto virgen! Avisad que al amanecer den dos clamores las campanas.

La casa de Bernarda Alba. Federico García Lorca. Incluso en este momento horrible, Bernarda todavía está tratando de ejercer su control y proteger a su familia

(Cogiéndose el vientre.) ¡No! ¡No!

La casa de Bernarda Alba. Federico García Lorca. Adela está embarazada con el hijo de pepe.

Habitación blanquísima del interior de la casa de Bernarda.

La casa de Bernarda Alba. Federico García Lorca. La casa blanquísima muestra la obsesión de Bernarda con el control y la limpieza. A medida que la obra continúa, se vuelve cada vez menos blanca a medida que pierde el control.

Todo el pueblo contra mí, quemándome con sus dedos de lumbre, perseguida por los que dicen que son decentes, y me pondré delante de todos la corona de espinas que tienen las que son queridas de algún hombre casado.

La casa de Bernarda Alba. Federico García Lorca. La corona de espinas es un símbolo de cristo. Ella también muere colgada, que es un símbolo de Cristo. Esto se muestra con Adela y Maria Josefa, quienes desean la libertad, ambas desean algo mejor de lo que tienen. Este es un signo de redención en esta obra que parece no tener ninguno. Da esperanza en el peor momento en que algo bueno saldrá de esto. Después de que Jesús murió, vinieron cosas buenas.

Ovejita, niño mío, vámonos a la orilla del mar. La hormiguita estará en su puerta, yo te daré la teta y el pan. Bernarda, cara de leoparda. Magdalena, cara de hiena. ¡Ovejita! Meee, meee. Vamos a los ramos del portal de Belén.

La casa de Bernarda Alba. Federico García Lorca. Ovejita es un símbolo de un bebé, pero también de Jesús. María Josefa, cuyo nombre es lo mismo que los personajes bíblicos. Mar es simbólico del bautismo. Belén es también bíblico.

El caballo garañón, que está encerrado y da coces contra el muro. (A voces.) ¡Trabadlo y que salga al corral! ( En voz baja.) Debe tener calor.

La casa de Bernarda Alba. Federico García Lorca. ella está dejando que el caballo salga para impregnar a las otras hembras. Este es un símbolo de la impregnación de adela.

Fastídiate, Antonio María Benavides, tieso con tu traje de paño y tus botas enterizas. ¡Fastídiate! ¡Ya no volverás a levantarme las enaguas detrás de la puerta de tu corral!

La casa de Bernarda Alba. Federico García Lorca. esposo estuvo con la criada anteriormente

¡A casarme a la orilla del mar, a la orilla del mar!

La casa de Bernarda Alba. Federico García Lorca. María Josefa dice lo que ninguna de las hijas hará. Ella es la abuela loca, pero parece que a menos que estés loco, no puedes decir lo que piensas. El océano es la sombra, caótico, peligroso. El agua es un signo de bautismo, donde te encuentras y lo que está dentro de ti. Es un símbolo de libertad

Themes of La agonía del cristianismo

La duda es parte de la fe. Luchamos para tratar de entender, si no estás luchando en agonía, entonces no estás viviendo. No estás pensando lo suficiente si no tienes dudas

Campesino de España themes

Los republicanos tienen los mejores poetas. Propaganda El poema es emotivo Necesitas emociones si vas a dar tu vida por algo.

Los últimos y horrendos padecimientos habíanse borrado de la memoria o poco menos. "¡Pobrecillos!", me dije al recordar a mis compañeros de exploración muertos en la empresa. Me levanté, volví a comer fruta y beber agua, y me dispuse a reconocer el oasis.

Mechanópolis. Miguel de Unamuno. El hombre no recuerda su dolor Él es una persona diferente porque no conoce el sufrimiento.

Leyendo en Erewhon, de Samuel Butler, lo que nos dice de aquel erewhoniano que escribió el "Libro de las máquinas", consiguiendo con él que se desterrasen casi todas de su país, hame venido a la memoria el relato del viaje que hizo un amigo mío a Mecanópolis, la ciudad de las máquinas. Cuando me lo contó temblaba todavía del recuerdo, y tal impresión le produjo, que se retiró luego durante años a un apartado lugarejo en el que hubiese el menor número posible de máquinas. Voy a tratar de reproducir aquí el relato de mi amigo, y con sus mismas palabras, a poder ser.

Mechanópolis. Miguel de Unamuno. En esta parte, el narrador está enmarcando la historia, pero al colocar una historia dentro de una historia, está borrando las líneas de la realidad.

Una mañana, al despertarme, aterrado, cogí el periódico, a ver lo que pasaba en el mundo de los hombres, y me encontré con esta noticia: "Como preveíamos, el pobre hombre que vino a dar, no sabemos cómo, a esta incomparable ciudad de Mecanópolis, se está volviendo loco. Su espíritu, lleno de preocupaciones ancestrales y de supersticiones respecto al mundo invisible, no puede hacerse al espectáculo del progreso. Le compadecemos."

Mechanópolis. Miguel de Unamuno. las máquinas se sienten mal por él. Unamuno teme que las máquinas puedan tener más emociones que los humanos. Hace la pregunta: ¿Podría Dios hacer máquinas en su espíritu?

El hombre rinde el máximum de su capacidad cuando adquiere la plena conciencia de sus circunstancias. Por ellas comunica con el universo. ¡La circunstancia! ¡Circum-stantia! ¡Las cosas mudas que están en nuestro próximo derredor!

Meditaciones del Quijote. José Ortega y Gasset. Nuestras circunstancias nos permiten comunicarnos con la tierra / universo. Las circunstancias son las cosas silenciosas que nos rodean. Debido a que son silenciosos, generalmente no los investigamos.

Yo soy yo en mis circunstancias.

Meditaciones del Quijote. José Ortega y Gasset. Algunos piensan que somos nuestras circunstancias, algunos piensan que estamos separados de nuestras circunstancias. Ortega tiene una visión del medio. Dice que nos damos cuenta de nuestro máximo potencial cuando nos entendemos a nosotros mismos y nuestras circunstancias

Volver a ella en nuestra edad, equivaldría a una regresión de la filología, como si la química tornara a la alquimia o la medicina a la magia. Poco a poco se van haciendo más raros los meros eruditos, y pronto asistiremos a la desaparición de los últimos mandarines.

Meditaciones del Quijote. José Ortega y Gasset. El propósito de la universidad está dividido en partes, porque no podemos entender todo. La filosofía une todos los campos.

En el Ensayo sobre la limitación., se detiene el autor con delectación morosa a meditar sobre este tema. Creo muy seriamente que uno de los cambios más hondos del siglo actual con respecto al XIX, va a consistir en la mutación de nuestra sensibilidad para las circunstancias.

Meditaciones del Quijote. José Ortega y Gasset. Estamos preocupados por cosas que no están cerca de nosotros y no prestamos suficiente atención a lo que está cerca. Necesitamos enfocarnos en nuestro entorno inmediato

En este sentido considero que es la filosofía la ciencia general del amor: dentro del globo intelectual representa el mayor ímpetu hacia una omnímoda conexión. Tanto que se hace en ella patente un matiz de diferencia entre el comprender y el mero saber. ¡Sabemos tantas cosas que no comprendemos! Toda la sabiduría de hechos es, en rigor, incomprensiva, y solo puede justificarse entrando al servicio de una teoría. La filosofía es idealmente lo contrario de la noticia, de la erudición.

Meditaciones del Quijote. José Ortega y Gasset. Podemos saber cosas, pero en cierto punto no podemos saberlo por completo. Erudición: aprender hechos sobre una cosa por sí mismo. La filosofía une cosas. Ortega y Gasset.

Platero symbol of

Platero es un símbolo de padre. Muere repentinamente, muerte no heroica. Él es un símbolo de Cristo, los niños le pusieron una corona. El niño le habla de una manera que podría hablarle a Dios. Hay capítulos sobre pan y vino. Platero es manso, gentil y suave.

Parece que estuviéramos dentro de un gran panal de luz, que fuese el interior de una inmensa y cálida rosa encendida.

Platero y yo. Juan Ramón Jiménez Él está describiendo la belleza de la primavera.

Este remanso, Platero, era mi corazón antes. Así me lo sentía, bella-mente envenenado, en su soledad, de prodigiosas exuberancias detenidas . . . Cuando el amor humano lo hirió, abriéndole su dique, corrió la sangre corrompida, hasta dejarlo puro, limpio y fácil, como el arroyo de los Llanos, Platero, en la más abierta dorada y caliente hora de abril. A veces, sin embargo, una pálida mano antigua me lo trae a su remanso de antes, verde y solitario, y allí lo deja encantado, fuera de él, respondiendo a las llamadas claras, «por endulzar su pena», como Hylas a Alcides en el idilio de Chénier, que ya te he leído, con una voz «desentendida y vana»

Platero y yo. Juan Ramón Jiménez. El remanso es una parte tranquila del río. Es como su corazón antes, cuando era un niño. El amor rompió la presa que hizo el remanso, lo que le hizo sangrar por todas partes. Pero, la sangre contaminada pudo fluir y se purificó.

Voy yo con Platero, lentamente, a un lado cada uno de los poyos de la plaza de las Monjas, solitaria y alegre en esta calurosa tarde de febrero, el temprano ocaso comenzado ya, en un malva diluido en oro, sobre el hospital, cuando de pronto siento que alguien más está con nosotros. Al volver la cabeza, mis ojos se encuentran con las palabras: don Juan . . . Y León da una palmadita . . . Sí, es León, vestido ya y perfumado para la música del anochecer, con su saquete a cuadros, sus botas de hilo blanco y charol negro, su descolgado pañuelo de seda verde y, bajo el brazo, los relucientes platillos. Da una palmadita y me dice que a cada uno le concede Dios lo suyo que si yo escribo en los diarios . . . , él, con ese oído que tiene, es capaz . . .—Ya v'osté, don Juan, loj platiyo . . . El ijtrumento más difísi . . . El uniquito que ze toca zin papé . . .—Si él quisiera fastidiar a Modesto, con ese oído, pues silbaría, antes que la banda las tocara;

Platero y yo. Juan Ramón Jiménez. En este capítulo, el hombre es de un área diferente y difícil de entender, muestra las diferencias en español.

¡Qué encanto el de la azotea! Las campanas de la torre están sonando en nuestro pecho, al nivel de nuestro corazón, que late fuerte se ven brillar, lejos, en las viñas, los azadones, con una chispa de plata y sol; se domina todo: las otras azoteas, los corrales, donde la gente, olvidada, se afana, cada uno en lo suyo—el sillero, el pintor, el tonelero—; las manchas de arbolado de los corralones, con el toro o la cabra; el cementerio, a donde a veces, llega, pequeñito, apretado y negro, un inadvertido entierro de tercera; ventanas con una muchacha en camisa que se peina, descuidada, cantando; el río, con un barco que no acaba de entrar; graneros, donde un músico solitario ensaya el cornetín, o donde el amor violento hace, redondo, ciego y cerrado, de las suyas . . .;

Platero y yo. Juan Ramón Jiménez. En esto él habla de la belleza de la vida cotidiana. Hay un ritmo de feo y hermoso. Jiménez regresa después de la muerte de su padre. Él ve que la vida es bonita, pero también dura.

Platero es pequeño, peludo, suave,tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.;

Platero y yo. Juan Ramón Jiménez. Platero es duro y suave, no es una cosa u otra, pero como la vida, es una combinación de ambos.

Nos entendemos bien. Yo lo dejo ir a su antojo, y él me lleva siempre adonde quiero. Sabe Platero que, al llegar al pino de la Corona, me gusta acer-carme a su tronco y acariciárselo, y mirar el cielo al través de su enorme y clara copa sabe que me deleita la veredilla que va, entre céspedes, a la Fuente vieja; que es para mí una fiesta ver el río desde la colina de los pinos, evocadora, con su bosquecillo alto, de parajes clásicos. Como me adormile, seguro, sobre él, mi despertar se abre siempre a uno de tales amables espectáculos. Yo trato a Platero cual si fuese un niño. Si el camino se torna fragoso y le pesa un poco, me bajo para aliviarlo. Lo beso, lo engaño, lo hago rabiar . . . Él comprende bien que lo quiero, y no me guarda rencor. Es tan igual a mí, tan diferente a los demás, que he llegado a creer que sueña mis propios sueños. Platero se me ha rendido como una adolescente apasionada. De nada protesta. Sé que soy su felicidad. Hasta huye de los burros y de los hombres

Platero y yo. Juan Ramón Jiménez. Platero y el niño tienen una amistad especial y mucha confianza. Platero es como su amigo, hijo y guardián. Esto muestra los diferentes roles que el autor tiene en el poema

Te he dicho, Platero, que el alma de Moguer es el vino, ¿verdad? No el alma de Moguer es el pan. Moguer es igual que un pan de trigo, blanco por dentro, como el migajón, y dorado en torno—¡oh sol moreno!—como la blanda corteza.A mediodía, cuando el sol quema más, el pueblo entero empieza a humear y a oler a pino y a pan calentito. A todo el pueblo se le abre la boca. Es como una gran boca que come un gran pan. El pan se entra en todo: en el aceite, en el gazpacho, en el queso y la uva, para dar sabor a beso, en el vino, en el caldo, en el jamón, en él mismo, pan con pan. También solo, como la esperanza, o con una ilusión

Platero y yo. Juan Ramón Jiménez. este capítulo da una sensación. Moguer es una experiencia, una experiencia corporal.

Caminante, son tus huellas, el camino y nada más, Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar.

Proverbios y cantares: XXIX. Antonio Machado. En este poema, machado está pensando en la muerte de su esposa. La vida es nosotros caminando en el mar. Tenemos un número infinito de caminos frente a nosotros, y es difícil saber qué elegir. El único camino a seguir es con Dios. Jesús caminó sobre el agua.

Sobre el rostro del aljibe se mecía la gitana. Verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. Un carámbano de luna la sostiene sobre el agua. La noche se puso íntima como una pequeña plaza.

Romance sonámbulo Federico García Lorca El deseo es imposible, el compadre quiere ayudar pero no puede y le rompe el corazón. Aljibe, se habla en platero y yo

Dejando un rastro de sangre. Dejando un rastro de lágrimas.

Romance sonámbulo Federico García Lorca El mocito está sangrando, el compadre está llorando porque no puede ayudar a su amigo.

Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña

Romance sonámbulo Federico García Lorca Esto da imágenes de la naturaleza. Caballo y Mar fueron imágenes importantes en Bernarda Alba. Tiene rima vocalica a lo largo de todo el poema. El romance es un estilo antiguo de poemas, y este poema combina romance y surrealismo. Verde simboliza el deseo, la primavera, la vida, la esperanza y la juventud

las cosas la están mirando y ella no puede mirarlas.

Romance sonámbulo Federico García Lorca Esto da la sensación de ser observado sin su conocimiento. Causa una sensación de miedo y ansiedad

Guardias civiles borrachos en la puerta golpeaban.

Romance sonámbulo Federico García Lorca García Lorca es asesinado por las guardias civiles, predice su propia muerte nueve años antes de que suceda.

el pez de sombra que abre el camino del alba.

Romance sonámbulo Federico García Lorca La luna pasa y abre el camino para el sol.

Dejadme subir al menos hasta las altas barandas; ¡dejadme subir!, dejadme, hasta las verdes barandas. Barandales de la luna por donde retumba el agua.

Romance sonámbulo Federico García Lorca Si su amigo no puede ayudarlo, él quiere ir a la mujer verde

¡Compadre! ¿Donde está, díme? ¿Donde está tu niña amarga? ¡Cuántas veces te esperó! ¡Cuántas veces te esperara, cara fresca, negro pelo, en esta verde baranda!

Romance sonámbulo Federico García Lorca Un niño pertenece a alguien

¿No ves la herida que tengo desde el pecho a la garganta?

Romance sonámbulo Federico García Lorca el mocito está herido y sangrando

—Compadre, quiero cambiar mi caballo por su casa, mi montura por su espejo, mi cuchillo per su manta. Compadre, vengo sangrando, desde los puertos de Cabra.

Romance sonámbulo Federico García Lorca esta parte es una conversación entre dos personas. El mockito cambiaría su libertad por una casa, espejo, y manta.

¡Soria fría, Soria pura, cabeza de Extremadura, con su castillo guerrero. arruinado, sobre el Duero. con sus murallas roídas y sus casas denegridas! ¡Muerta ciudad de señores soldados o cazadores, de portales con escudos de cien linajes hidalgos, y de famélicos galgos, de galgos flacos y agudos, que pululan por las sórdidas callejas, y a la medianoche ululan, cuando graznan las cornejas! ¡Soria fría! La campana de la Audiencia da la una. Soria, ciudad castellana ¡tan bella! bajo la luna.

Soria fría, Soria pura. Antonio Machado. Poema nostálgico Se describe con muchas cosas malas, pero luego lo describe como hermoso.

Butterflies are symbol of in platero y yo

Uno tiene dos colores, blanco y negro. Como el ying y el yang. Debemos encontrar el equilibrio en nuestras vidas. Siempre seguido de capítulos tristes, necesitamos lo bueno y lo malo. Símbolo de cristo, y resurection porque son orugas, en coccoons, y luego mariposas

Platero y yo themes

el poema tiene ritmo, rima, simbolismo. Puede expresar algo que nunca puede. Nuestras vidas tienen ritmo como el poemo. Algunas partes parecen haber sido escritas por un niño, otras por un hombre. Modernismo. Le gustan las cosas elegantes, oro, seda. Quiere usar las mejores palabras para describir las cosas. Esto es como Jiménez que quiere encontrar la palabra perfecta. Impresionismo-Monet. Quiere expresar una emoción. Jiménez tiene la capacidad de transformar su dolor en algo hermoso

Bernarda as a theme

tirano. Ella es luz, ordenó. Ella quiere controlar todo. Debido a que su esposo estuvo con la criada anteriormente, ella ha sido herida y quiere proteger a sus hijas del dolor y del escándalo. Protege a la Poncia porque su madre era una prostituta. Todos nosotros queremos seguridad, tenemos que renunciar a la libertad para ello


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