Entrevista con Doña Vascuñana y La Emperadora
La Emperatriz
Vascuñana, nadie debe querer una relación como la tuya y Gabinete, espero que nunca me invites de nuevo a este programa patriarcal.
La Emperatriz
Y nosotros te damos las gracias por darnos esta oportunidad compartir nuestros pensamientos y tener nuestras voces escuchadas por millones de personas.
La Emperatriz
(a Don Gabinete) Perdónenme, pero tengo que decir que me interesa mucho que tu primera pregunta es relacionada a nuestros hombres mientras es nosotras mujeres que te están dedicando nuestro tiempo.
La Emperatriz
(a la mujer de la audiencia) Gracias por tener la confianza hablar en frente de esta audience tan crítica de nosotras mujeres. Eres una inspiración y el imperio español no va a cambiar hasta que tengamos más mujeres como tú. Don—no, no, no—Gabinete, me hace reír que das al hombre una hora para hablar del machismo mientras no puede escuchar a una mujer educada hablar por un minuto. Mirad eso, mujeres. Esto es la sociedad en que vivimos.
Don Gabinete
Ahora regresamos a nuestra entrevista. Como he preguntado sobre sus realidades, estoy curioso si pudieseis determinar sus propios papeles en el matrimonio, ¿Qué harían sus roles? Podemos empezar contigo, Vascuñana.
La Emperatriz
Ay, podría escribir un libro sobre los problemas relacionados a este tema en mi casamiento; sin embargo, Mis deseos principales incluirían tener tareas en los campos, ser permitida ganar mi propio dinero y tener la habilidad transigir con mi esposo y no siempre tener que estar de acuerdo con lo que él desea. En este momento, si yo como, él ayuna, si yo duermo, él se despierta. Me enoja tanto. Sueño tener este rol que acabo de describir pero cada día cuando me levanté, me di cuenta que nunca existirá en mi realidad siempre y cuando la separación no es permitida por las leyes de nuestro Dios.
Doña Vascuñana
Don Gabinete, antes de comenzar, quiero agradecerte mucho por invitarme a su programa. Verdaderamente es un honor que nunca se me olvidará. Don Álvar es más guapo y más respetuoso que nunca. En realidad, probablemente no debo decir eso porque siempre ha sido la definición de la perfección pero vosotros entendéis mi punto. Cada día me muestra su amor y me complementa por mi inteligencia. No podía pedir un hombre mejor. (a la emperatriz) Señora, ¿Cómo está el emperador?
Don Gabinete
Es mi placer, señora. Vamos al grano pero antes de continuar, sería descortés si no preguntara cómo están los maridos.
La Emperatriz
Esto definitivamente no es cierto. A pesar de lo que dice Federico, soy inteligente y te puedo confirmar que él te ha manipulado y halagado con afección falsa para que pensaría así pero la única razón que confía en ti con su propiedad es porque sabe que vas a hacer todo exactamente cómo quiere él.
Doña Vascuñana
Lo siento mucho interrumpirte pero estos problemas deben ser tu culpa. Es nuestra responsabilidad, como mujeres, desarrollar un matrimonio saludable por actuar exactamente como quieren nuestros maridos.
Don Gabinete
Lo siento que te sientes así después del respeto que te he mostrado pero quiero tomar este tiempo demostrar mi agradecimiento a estas dos mujeres por sus respuestas tan honestas y elaboradas a mis preguntas y por darme su tiempo. (en un tono sarcástico) Me imagino que debe ser muy difícil cuidar a estos hombres. Gracias a nuestra audiencia del estudio. (una pausa) ¡Casi se me olvidó! Es imprescindible que dé las gracias al emperador y don Álvar Fáñez por permitir que sus mujeres vengan para hablar conmigo. Es muy desinteresado de ellos darme sus mujeres por un día. (a las mujeres) Les deseo la mejor de las suertes con todo en sus matrimonios y finalmente, por favor, den a los hombres los saludos para mí.
Doña Vascuñana
Me encantaría hablar con alguien que necesita ayuda con su matrimonio y que quiere una relación como la mía. Muchísimas gracias, Don Gabinete. Espero que podamos hacer esto de nuevo muy pronto.
Doña Vascuñana
Muchas gracias por esta respuesta. Mi Don Álvar sería muy orgulloso de ti.
Don Gabinete
Muchas gracias, Vascuñana, por su comentario. Creo que esto es la manera perfecta trasladarnos al próximo tema de nuestra conversación, sus roles en la casa y en las tierras. Quiero que nos expliquéis exactamente lo que hacéis por sus hombres y cómo os sentís con respecto a este trabajo pero denme un segundo. Mujer acá, ¡Tráigame agua para los manos! He tocado algo sucio. Una mujer en la audiencia trae un vaso de agua a Don Gabinete para sus manos. ¡Qué cortés que me hiciste eso! ¡Te has ganado un nuevo delantal!
Don Gabinete
Mujeres, déjanos permanecer tranquilos pero me encanta lo que acabas de decir, Vascuñana. Ahora que hemos escuchado de sus vidas en la realidad, necesitamos tomar una pausa. Necesito un hombre de la audiencia. (El hombre camina al frente). ¿Me permites preguntar tu nombre? Hombre: (Da su nombre) Muy bien. Mucho gusto. Quiero que nos diga lo que busques en una mujer, (nombre del hombre). Hombre: El primer requisito cuando estoy seleccionando a una mujer es que ella necesita ser muy obediente y tiene que entender la diferencia entre la posición de un hombre y una mujer en la sociedad. Adicionalmente, es imprescindible que sea dispuesta comportarse cómo le muestro al principio de nuestra relación si no quiere enfrentarse a las consecuencias. Apoyo mucho la declaración de nuestro Don Juan Manuel quién dijo: "Desde el comienzo debe el hombre enseñar a su mujer cómo se ha deportar." Esta respuesta tan perspicaz te ha ganado un nuevo caballo del mejor criador en todo el país. Nuestro programa lo entregará a su granja mañana. ¡Felicitaciones!
Doña Vascuñana
No cambiaría nada. Don Álvar me protege y gana el dinero que necesitamos para vivir. Es todo lo que necesito decir.
Don Gabinete
No fue mi intención ofenderte, señora, para nada. Sin embargo, agradecería si contestarías mi pregunta.
Don Gabinete
Vale. Pues, desafortunadamente se nos ha acabado el tiempo hoy en "La Charla con Don Gabinete". ¿Cualquier reflexiones finales?
La Emperatriz
Pues, me gustaría poder decir lo que dijo Vascuñana pero no será la verdad hasta que las ranas críen pelo. No estoy mintiendo cuando os digo que hace seis meses fue al Papa para anular el matrimonio y para que pudiese recibir la penitencia antes de cometer este pecado. Un resumen apropiado de nuestro casamiento es que él me considera un peligro a su reino. Rezo cada día...
Don Gabinete
Tenemos dos respuestas muy contrastante. Déjanos invitar a una mujer al escenario para compartir su opinión. La mujer de la audiencia viene al escenario. Mujer: Soy... Mucho gusto. Don Gabinete: Igualmente. Quiero que nos describas qué sería tu rol ideal en un matrimonio. Mujer: Siempre he soñado estar en un matrimonio en que mi marido es dispuesto cocinar unas comidas de vez en cuando mientras yo trabajo en los campos con los cultivos. Adicionalmente, me encantaría ser capáz pedir a mi esposo enseñar a los niños unas veces para que pudiese salir de la casa y explorar un poquito. Realmente admiro nuestra emperatriz y deseo que... Don Gabinete: Es suficiente. Gracias por tu tiempo. Regresa a tu silla, por favor.
Doña Vascuñana
Yo sé que hay algunas mujeres están en situaciones como la de nuestra emperatriz pero esto definitivamente no es el caso para mí. El primer día de nuestro casamiento Don Álvar ordenó que todos hicieran cuanto yo mandara y esto me ha permitido hacer mucho más que limpiar y cocinar. Además, me dio cargo de todas sus bienes y tierras debido a la confianza que tiene en mi juicio aunque soy una mujer.
Don Gabinete
¡Buenas tardes, caballeros y damas de España! Es con gran honor que les presento nuestra emperatriz, esposa del Emperador Federico, y doña Vascuñana, esposa de don Álvar Fáñez de Minaya. Quiero expresar mi agradecimiento a estas dos mujeres por dedicarnos este tiempo a pesar de sus horarios muy apretados. Me doy cuenta que es una oportunidad muy especial entrevistar a ellas y quiero aprovechar este privilegio para aprender más sobre sus perspectivas en sus matrimonios y el rol de una mujer en nuestra sociedad actual.
Doña Vascuñana
¡Cómo te atreves a decir eso sobre mi esposo! ¿Y por qué importa si lo que dices es verdadero? Es mi trabajo como una esposa lisonjear y honrar a mi marido.
La Emperatriz
¿Supongo que empezaré? Federico exige que me quede en la casa porque tiene miedo de cómo puedo arruinar su poder. Por eso, él básicamente me restringe a limpiar el castillo y cocinar sus comidas y si la comida no tiene suficiente calor me amenaza con un azote. Mi única independencia ocurre cuando va a cazar ciervos a menos que intente matarme con uno de sus ungüentos de hierbas. Yo puedo decir con certidumbre que esto será la causa de mi muerte un día que me engaña.